jueves, febrero 24, 2011

Budapest

Volví de ese lugar el lunes 14 (San Valentín) sobre las 9 de la noche, que ya estaba en España, en Granada; estuve 5 días contando todos desde el 10 hasta el 14. 
Hay bastantes cosas que decir sobre ese sitio:
En primer lugar, me sorprendí antes de ir, al saber que no tenían la misma moneda que nosotros los europeos; no, no tienen el euro; ellos lo que tienen son florines, otro tipo de moneda distinto a pesar de estar en la Unión Europea. El tiempo allí no es tan "cálido" como en España (cálido entre comillas la verdad es que, técnicamente, no lo es). Hacía mucho más frío, muchísimo. Los medios de transporte allí estaban bastante bien; había tranvías, autobuses que van a todos los rincones (todos y cada uno de los pueblos), así como también trenes a otros pueblos más lejanos. La forma de comprar allí el billete era distinta, éstos se compraban en "papelerías" (tickets de bus), y en unos establecimientos próximos a los trenes (esto, los tickets de tren). La comida era bastante parecida (carne, bocatas de jamón york, sopa...), aunque también poseen sus comidas típicas. 
Por otra parte, a este viaje asistieron más estudiantes de otros países: Alemania, Chipre, Polonia (incluidos nosotros los españoles y los propios húngaros que participaron en este proyecto). 5 de cada país, excepto de Hungría (Budapest), que fueron 2 o 3 niños más. Las relacciones allí los primeros días eran prácticamente inexistentes porque los estudiantes de cada país nos relaccionábamos entre nosotros. Los dos ultimos días fue cuando empezamos a relaccionarnos más todos, cosa que no hicimos bien porque aprovechamos muy mal el tiempo para estar con ellos. 
Visitamos una cantidad importante de monumentos, todos preciosos. Las calles estaban todas llenas de estatuas (duendes, personas importantes), algo que le daba un toque hogareño a aquel lugar. La ciudad era muy antigua, las casas viejas también, pero a mi me parecían maravillosas; me gustaron mucho más que las modernas de aquí, en España. Eran todas (o casi todas), casas únicas ("chalets") y tenían un toque mágico. Los espacios entre casa y casa eran enormes, lo que hacía que las calles también lo fuesen y que estuviese todo muy urbanizado. Las viviendas allí no tenían persianas sólo me percaté de que UNA las tenía; aunque claro, no es anormal si pensamos que se despiertan a las 6 de la mañana más o menos y el sol no ha salido y, cuando vuelven a sus casas a acostarse, el sol ya se puso sobre las 6 de la tarde. 
Allí la gente utilizaba más los transportes públicos en lugar de los vehículos personales (coches, motos). Cosa que me parece algo más que estupendo. La familia que me acogió, por ejemplo, no tenía coche e iba moviéndose y desplazándose por la ciudad mediante tranvía, tren, o autobús. 
Me sorprendió mi nivel de inglés que, a mi parecer, no llegaba al alto nivel de los otros niños de allí, que hablaban este idioma con una pronunciación perfecta (los otros niños que participaron en el proyecto), de manera fluida y claramente entendible.
Ha sido una experiencia increíble que no voy a olvidar jamás. Esto me ha enseñado a darme cuenta que hay que aprovechar cada día al máximo y a abrir todavía más los ojos. 


4 comentarios:

  1. oh que bonitas las fotos que suerte tuviste de ir alli
    te sigo
    te espero en el mio
    http://noe-lifephotography.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Holaaa!! pasa por my blog que te espera un premioo! ^^
    felicidades! Te lo merecess! :)
    Un besoo! Paula<3

    ResponderEliminar
  3. Te espero por mi blog, espero que te guste Y QUE ME SIGAS :P

    http://kheii364.blogspot.com/

    NOS LEEMOS! Si?

    ResponderEliminar

Millones de sueños ♥